Llama a este número ¿De acuerdo? Llama a este número, el número que aparece aquí [φ] y di Macarrones. ¿Vale? Hazlo. Di macarrones y cuelga sin hacer preguntas.
-Escena de los juglares. La marrana (1992). José Luis Cuerda.
El cyranismo figura como motivo implícito en muy distintas obras artísticas que abordan el problema de la insuficiencia del amado, y que, para hacerlo, presentan a los personajes como dos piezas complementarias de una unidad ideal. Otra mención indirecta, pero no por elo menos reveladora, a este asunto, se halla en la novela de Ray Loriga Ya sólo habla de amor, en la escena que muestra el encuentro entre dos personajes contrapuestos: el protagonista, abandonado, solitario y melifluo, y un plutócrata suizo, con perdón por las redundancias:
Sí, la chapa...., los mensajitos..., lo que hay que hacer para
volverlas locas... lo bonito. [...] Seguro que usted, siendo es-
critor y eso, es súper bueno con la chapa.
Súper bueno -Dijo Sebastián con una sonrisa, de hecho soy
el rey de la chapa.
¿Y cómo hace eso?
Bueno, lo fundamental es creérselo.
¿Creérselo?
Eso es. Lo que usted llama la chapa es toda mi vida.
Jo, qué tío, yo con la chapa soy fatal. Me imagino que us-
ted y yo juntos..., usted con su chapa y yo con lo mío...,serí-
amos la hostia.
Seríamos la hostia, sí, pero yo necesitaría una nariz más
grande, y además ya está escrito, y nos demandarían por pla-
gio. También podrías ser un niño de madera y yo un grillo
Unos aseguran que la poética romántica reside en el acto de atar un candado a un puente y grabar en el dos nombres: Luis y María Raquel y Carlos Marta y Alonso [Los nombres siguen siendo los mismos, el material es otro]
Otros sostienen que es una acción sistemática sin fundamento, sin sentimiento:
Ahora las parejas leen esas vetustas incomodas ternuras en las paredes en los troncos en los candados y comentan: qué ñoños antes de separarse para siempre. Y puedes estar más o menos de acuerdo con ellos. Pero la que es innegable es la otra poética, la del tipo en uniforme que se para en el puente de Triana Y con una cizalla resucita una historia de amor ya terminada, La de aquellos que aseguraban que la poética romántica se encerraba en un candado, aquellos que jamás se vieron reflejados en la savia de algún tronco qué ñoños y se besaban sobre el puente (Este que os digo de Triana) antes de separarse (Luis y María Raquel y Carlos Marta y Alonso) para siempre.
The SOUND of the helicopter gets closer...and an indistinguishable language on a loudspeaker. Lance gathers his bucket and soap and jumps up on the PBR. KILGORE (OVER P.A.) "I will not harm or hurt you. Just give me back the board, Lance. It was a good board and I like it. You know how hard it is to find a board that you like."
El SONIDO del helicoptero se acerca...y un galimatías indistinguible en un megáfono. Lance recoge su cubo y su jabón y salta encima de la PBR. KILGORE "No voy a dañaros o heriros. Solo devuélveme la tabla, Lance. Es una buena tabla y me gusta. Ya sabes lo difícil que es encontrar una tabla que te guste."
-Apocalypse Now (1979). Francis Ford Coppola.
(Novela de Joseph Conrad)
HOY ME SIENTO FOX
Te adquiero mucho. Supongamos que quiero adquirir un producto. Uno cualquiera [La tabla de surf del teniente-coronel Kilgore]. Estoy por decir "Un rastrillo", pero temo que ese objeto pueda resultar demasiado heideggeriano, demasiado "de la tierra". Mejor pensemos en un producto más insustancial, más decorativo. Por ejemplo: un ser humano [o la tabla de sur del teniente-coronel Kilgore]. Como bien saben los consumidores de amor, ese objeto comercial, de tirada limitada -un one-shot, diría un comiquero-, tiene numerosas desventajas en relación con el rastrillo. La más relevante: tiene psique. El rastrillo no se alegra, ni se irrita, y tampoco le da la neura; el humano, en cambio, trae de fábrica un componente frágil y peligroso -handle with care- que debe ser negociado en el proceso de tanteo y adquisición. En el mercado de las emociones adquirir un humano implica barajar y alternar los discursos sobre la psique como actos de consumo. [...] El debate sobre la psique sucede en distintos niveles institucionales, conceptuales y mediáticos. Pero más allá de las diferencias de método, la escena en que ese debate se dirime es el ciclo de la relación de pareja entendido como movimiento comercial de atracción, adquisición y desecho.
-Triangle Man (Flood). They Might Be giants (1990).
Tiny Tunes.
El tema de los They Might Be Giants nos ofrece una descripción muy realista de los distintos modelos de sujeto de la época, y de las cualidades que tenían asignadas. Por una parte había sujetos con atribuciones específicas, comúnmente consideradas "Poderes" que estaban modeladas sobre el esquema narrativo de los Superhéroes, dominante tanto en los cómics como en el cine. Los Superhéroes poeseían capacidades útiles, orientadas y distintivas -así a los "capitalistas" se les atribuía el superpoder de "convertir las cosas bellas en sucio dinero"-. Cada Superhéroe tenía su imagen distintiva, sus capacidades y su utilidad manifiesta, excepto la persona, aquí denominada Person Man. Como muestra la canción, Person Man sólo tenía cualidades negativas y de todo punto inutiles -la cualidad de sufrir, la de meter la gamba, la de deprimirse-, lo que explica que fuera el perdedor de todas las conrontaciones- "Triangle Man hates Person Man./They have a fight, Triangles wins"-. Motivo recurrente de choteo y cuchufleta, estos rasgos eran, no obstante, valorados por la minoría, que al parecer concebía esa carencia de cualidades como un refinamiento "psíquico" cólo comprensible por algunos iniciados. Esa cualidad "psicológica" de Person Man, de la cual carecen los otros Manes que la época conoció.
Los lujos, y también las ternezas.Cedo. Me convierto en cliente de CC [Cash Converters]. Saldo mis regalos, obtengo dinero líquido, vuelvo a vivir. Esa nueva suma, la que he obtenido, ¿Compensa mi sufrimiento?¿Se han ajustado las cuentas? Esta contabilidad del querer, ¿podrá, como se pregunta Shakespeare en el Soneto IV, <<dejar un aceptable saldo>>? ¿O, aun después de las transacciones y metamorfosis, todavía queda algo, un resto, que escapa a esa circulación reglada de las pulsiones y los billetes? Poca cosa puede escapar a ello. Muy poca cosa. Pero hay algo...
Allí estábamos los dos en un manhattan grumoso paseando tu perro salchicha y hablando del psicoanálisis. Las luces que alumbraban las calles apenas eran luciérnagas o semáforos. [Don´t Walk] -¿Llamas Donny a tu psicoanalista? ¡Llamas Donny a tu psicoanalista! Yo al mío lo llamo Doctor Chowski sino me pega con una regla. (Te dije) Y reías deslumbrante y parloteabas: -Te lo explicaré: el me suspendió y yo me enamoré de él. Es perfecto ¿No te parece? Propusiste pasear por el río Hudson y de fondo también el puente de Manhattan relucía con sus luces como un árbol. Tú y yo y aquel banco. Y de fondo la niebla (en un Manhattan grumoso) recortaba nuestras siluetas, en contraste con la valla. Éramos tan perfectos… Tanto que no podía dejar de vernos desde fuera en la pantalla. ¿Qué te parece? -Es precioso Juanjo. -Sí y más aún cuando amanece. -Sí, es cierto, me encanta. -Qué maravilla. Esta…esta es una gran ciudad no me importa lo que opinen los demás. Es tan extraordinaria ¿verdad? -Creo que es mejor que me vaya tengo una cita con alguien para almorzar. Y nos vamos. Y te vas.
Quizá fuera martes (22 de octubre, afirman) cuando encontraron aquel animal entre una multitud de cajas llenas de documentos, cartas y papeles, legajos en definitiva (Incluso algún que otro teléfono de cabina roto que de haber sido encontrado por Duchamp ahora estaría expuesto en algún museo bajo el Título "Cabra" o más probablemente "Goat"). Quizá fuera jueves (24 de octubre, afirmo yo mismo, tampoco me creas demasiado) cuando me encontré esta imagen en un artículo de la propia redacción de La Voz de Morón digital, artículo que podrás leer si gustas en el link de arriba muy claramente señalado.
El artículo está más o menos bien redactado, la información parece más o menos fiable y algún toque de humor la hace más o menos amena. Pero, como puedes comprobar, lo que suscita mi interés del artículo es esta imagen, este recorte (ahora sería divertido disertar sobre el arte del collage y mencionar a Richard Hamilton y alguna de sus obras más conocidas como puede ser Just What Is It That Makes Today's Homes So Different, So Appealing? expuesta en la Whitechapel Art Gallery en el año 1956, pero como no viene al caso lo pongo entre paréntesis) que sin duda muestra algo que comentaba con alguien en algún rincón de Sevilla quizá un día miércoles (23 de octubre, afirmo yo mismo, lo creas o no): "Poesía es todo objeto, idea o cosa en la que encuentro lo que esperaría encontrar en la poesía."
Esta, por supuesto, no es una definición mía de poesía, la escribía Agustín Fernández Mallo en su novela (¿ensayo? ¿poesía? ¿Cómic?) Nocilla Lab.
Como aquella Cabeza de Toro que se le apareció a Picasso en forma de Sillín y manillar (*) esta poesía es otro de esos proyectos encontrados de los que habla mi antiguo profesor Juanjo de la Cruz en su libro Proyectos Encontrados. (http://sol89.sol89.com/2010/09/proyectos-encontrados-estrategias-de.html).
En este caso la poesía (o lo que sea) ha surgido del error, pero no de un error de cualquier calibre, de un error trabajado, inconsciente pero trabajado. La poesía ha surgido de esta fortuita (azarosa en realidad) maquetación que ha dado lugar a este Sandwich donde la sustancia (versos) ha quedado emparedada entre los dos panes (Imágenes).
Del porqué llegó la "famosa" cabra al centro de Morón.
A la
izquierda,
traslado
de la cabra
después
de haber
sido
sedada. A
la
derecha,
un agente
del
Seprona, minutos antes de su puesta en libertad.
-Versos exentos de sus imágenes.
Sin lugar a dudas el hecho casi arquitectónico se transforma cuando se exime de las imágenes que lo rodean. Por supuesto me es difícil imaginar ya esta poesía [Repetimos:"Poesía es todo objeto, idea o cosa en la que encuentro lo que esperaría encontrar en la poesía."] sin sus respectivas imágenes. Por tanto la poesía en sí se manifiesta aquí tanto en imagen como en texto (sin incurrir, por supuesto, en si el texto, tras la captura, es ya propiamente texto o pura imagen).
Y si tú también estás leyendo esto y llegas a este punto (Hablo ahora, claro, a esa persona con la que estuve comentando todo este asunto en algún rincón de Sevilla quizá un día miércoles (23 de octubre, tengo constancias de la fecha)) seguro que ya no podrás negarme que aquellos dos servilleteros (y también la caja vacía y los bricks de zumo Juver) eran poesía.
Juanjo Aguilar.
(*) "Un día encontré en un montón de objetos revueltos un sillín viejo de bicicleta justo al lado de un manillar oxidado. Como un rayo asocié los dos. La idea de esta Cabeza de Toro me vino sola. No he hecho más que soldarlos. Lo maravilloso del bronce es que puede dar a los objetos más heterogéneos tal unidad que a veces es difícil identificar los elementos de que está compuesto."
La mañana es agria. El sabor de tu pintalabios se queda conmigo. También su color se queda conmigo. Fuera ya no llueve. Me pregunto si mis ojos también se quedaron contigo como lo hicieron los tuyos conmigo. Octubre pronto dejará de estar con nosotros. El viento arrastra hojas, polvo de octubre, papeles a la panza de los coches y los dos Bricks de zumo Juver son también dos servilleteros y una caja vacía y rota bajo una farola. Mientras tanto el sabor de tu pintalabios se queda conmigo. También su color y el de tus ojos (qué grandes tus ojos) se quedan conmigo. Fuera ya no llueve. Me pregunto si tus ojos también se quedaron contigo como los míos se quedaron conmigo. Ahora pinta mejor la mañana.
-Esta noche quizá veamos Kick Ass 2, esa o Bling Ring.
-Siempre podéis poneros a ver el partido entre Philippoussis y Sampras en ese Open US de 1996 donde los dos titanes del tenis volvían a enfrentarse un año después sobre césped, con todos sus rituales y aquellas raquetas jurásicas con un bajo porcentaje de fibra de carbono que hacía que el núcleo de tensión de las cuerdas abarcara una zona mucho menor que las de ahora, estas que permiten hoy día dar un mayor efecto liftado a la bola favoreciendo un modo de juego más orientado a la línea de fondo que ha permitido que tenistas más atléticos como Nadal, casi absurdamente hercúleos, sobresalgan por encima de otros más tácticos como Federer y propiciando este espectáculo tan trepidante al que ahora nos tienen acostumbrados.
-No sabía que eras un maestro del tenis.
-Ni tú ni nadie.
-Creo que ni él mismo lo sabía.
-Ese comentario tuyo daría mucho que hablar a los solipsistas. Yo, sin embargo, me inclino más a pensar que si yo existo, no existe nada fuera de mí pero si algo existe fuera de mí, entonces yo tampoco existo y como solo existe aquello que puede ser expresado (Siempre según Wittgenstein) cualquier cosa que pueda ser expresada por mí no solo no existe sino que anula mi existencia, lo cual es una paradoja en sí misma que nos lleva a pensar que nada existe.
-Necesitas salir.
-Me gusta más pensar que es el mundo el que necesita que yo salga. Por supuesto eso no es así pero es bonito pensarlo. ¿Qué peli veréis esta noche?
Sostengo que trata sobre el amor y otras cosas más profundas y menos banales. Sostengo que mi reloj, mi propio reloj que ellos (mis padres) me regalaron, -No lo saben, lo terrible es que no lo saben- vive su propio tiempo al margen de mi tiempo. Y cuando hoy lo miro [Te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las relojerías] el reloj es tres días más joven que yo mismo. Pero no es un reloj de cuerda, ni mucho menos, es un Racer de titanio ni barato ni caro, un Racer. [Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras] Se atrasa por este empeño suyo de que cada mes tiene 31 días, siempre treinta y uno. Y yo lo miro (hoy es 17) en su día 14 tan puberto, tan barbilampiño, sosegado y con el mismo brillo que cuando salió de su caja, aséptico y enfermizo [Te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo] y vuelvo a leer aquel preámbulo de Cortázar: “Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj.” Está claro, debe estar hablando del amor. Pero vuelvo a girar la manecilla del costado. Mi reloj (¿Mi reloj?) solo puede adelantar días recorriendo todas sus horas. Una y otra hora, y otra y otra. Día 15. El segundero sigue estático Mientras el minutero Y el otro más pequeño Lo hacen viejo, Tengo la sensación de que también yo Me hago viejo con ellos. Así hasta llegar a mi ahora. Ya no ando dando cuerda A mi reloj, sé que le pertenezco [No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj] Él me da cuerda a mí Y soy yo quien envejece. Esta es la influencia que ejerce Sobre mí este reloj, Y ahora, ya en su día y hora, Es una parte más De mi alma visible, Tanto mejor en el mejor de los mundos posibles, Y supongo que mi reloj es ella ¿cómo podría ser de otra forma? Siempre hay un poco de ella en cada cosa. (No lo sabe, Lo terrible es que no lo sabe)
En la ventana de la casa del cuadro no hay nadie, por cierto. Acabo de llegar a la conclusión de que lo que yo creía que era una persona es una sombra. Si no es una sombra, tal vez sea una cortina. De hecho, en realidad puede que no sea nada más que un intento de sugerir profundidad dentro de la sala. Aunque en cierto sentido lo único que hay en la ventana es pigmento de color siena tostado. Y un poco de amarillo ocre. De hecho, tampoco hay ventana, en ese mismo sentido, sino únicamente como es obvio. A menos, por supuesto, que en adelante yo me convenza una vez más de que hay alguien en la ventana. No lo he explicado bien.
-Juan ¿Sabes quién es Paula? (Sonido de tarantela) -¡Hola! -Es que…es que…¿Paula tía A dónde vas? -A la puerta Sevilla. (sonido de tarantela) [Pasa un coche, Siempre pasan] -No, le dije… (Se confunden las voces Y las risas se confunden) -Paula ¿A dónde vas? -¡Que sí! (Arriba la luna, mitad de medio algo) La gloria del sueño que el tiempo Fue a… [Pasa un coche Siempre pasan] Ahora que apareces en mi sueño Te pierdo fuerte… (Se confunden las voces Y las risas se confunden) Rosas enlatadas… Y el viento la arrancaba Y el viento la arrancaba. [Pasa un autobús. Línea 40] Y recuerda mujer: Al fin se revelan Las rosas enlatadas La alameda… Por la vereda… Al ritmo de sus caderas… (Se confunden las voces Y las risas se confunden Y los coches Y autobuses De la línea 40) ¡Y el puente de la Alamenda! (Al fondo un Helicóptero Y un coche rojo: El primero vira, El segundo gira.) Sonido de platos y tenedores Y de fondo: tarantela. Juanjo Aguilar.
Antes de convertirse en una atracción turística, la estatua había servido de faro para orientar a las embarcaciones en la maniobra de acceso a la bocana, pero la luz de la antorcha confundía a las aves y estas acababan chocando contra la corona. Juanjo Aguilar.
-Spot publicitario de Coca-Cola Company. Realizado por Marcs Pitarch
Lo bueno de este país es que América empezó la tradición por la cual los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los pobres. Puedes estar mirando la tele y ver una Coca-Cola, y puedes saber que el presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola, y piénsalo, tú también puedes beber Coca-Cola. Una Coca-Cola es una Coca-Cola y ninguna cantidad de dinero puede brindarte una mejor Coca-Cola que la que está bebiendo el mendigo de la esquina. Todas las Coca-Colas son iguales y todas las Coca-Colas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el presidente lo sabe, el mendigo lo sabe y tú lo sabes.
-Mi Filosofía de A a B y de B a A. Pag. 111. Andy Warhol.
Tengo un casquillo en la mano, uno común como tantos otros. Es un casquillo huérfano de bala, Nunca saldrá de un cañón. Su aleación (de haber sido bala) sería propicia para hundirse en la tenue carne de algún suicida, de algún criminal, de algún policía; de alguien.
Veo su brillo normal, Ni mucho ni poco, Lo justo, No es un brillo Especial, Es un brillo común De casquillo común. Me es difícil no imaginar su travesía desde el arma Hasta una frente anónima Y de ahí hasta su nuca, Luego la imagen se pierde para no regresar. El obús es de 7 mm Grueso y acabado Pero sin plomo, No es obús entonces, Solo fachada. Está terminada en una punta llena de roces. Parece haber sido disparada. Me pregunto Qué diferencia de tamaño hay entre el casquillo Y una pila. No debe haber mucho ¿Y entre una pila y un cartucho? La misma relación quizá Incluso me pregunto cuanto distará El cartucho de una mariposa, Una navaja, Y de esta con un verdadero Obús. (solo la fachada Del casquillo. Antes bala, Ahora revestimiento Sin apenas brillo) En definitiva, lo que antes fue munición, Proyectil, perdigón, plomo y muerte, Hoy puede ser perfectamente Un bolígrafo.
De mi boca sale un pozo, De la boca del pozo un mundo. También he visto caer imperios De otra boca Y de boca a boca infidelidades, Logias y difamaciones. He visto bocas de incendio Salir de otras bocas. He visto guindando de bocas Las encarnaciones De seres Imposibles, Incluso dioses. Pude dilucidar de lejos Despedidas de tu boca Y de mi boca vi lágrimas brotar E improperios. Algunas bocas me dibujaron Casas, Otras se conformaron Con dibujarme otras cosas. Mi boca te ha delineado También a ti y a muchas otras. He visto incluso, (Y puedo demostrarlo) Cómo mi boca se autorretrataba Y cómo me retrataba a mí A su paso. También si te acercas Podrás ver el cielo raso En el cielo de mi boca. De mi boca: hambre, De mi boca: miseria, De mi boca: suerte, De mi boca: angustia. Y alegría de mi boca He visto surgir como callando. Mi boca ha recorrido tantas imágenes que parece irreal ahora su propia imagen. Mi boca ha recorrido tantos y tantos lugares... El primer lugar no lo recuerdo, Tampoco el último, Pero entre medio de estos Sé que estuvo en tu dormitorio Y viceversa Y estuvo también en Nueva York Y Viceversa. Estuvo también en Morón Y Viceversa Y en tu clítoris Y Viceversa. Estuvo también bajo una roca Y Viceversa, Merodeando los rincones de Inglaterra Y Viceversa. Y así con muchas otras cosas Que no recuerda Mi boca Y que por tanto no Salen ya de ella Aunque en algún momento Lo hicieran.
La mezcla de Mitades forma un Entero. La mezcla de Enteros forma un Entero. Todo es entero porque todo es partícula. Partícula=Unidad=Entero. Entonces estamos formados Por Enteros y cuando se procrea se crean Enteros y cuando se dibuja, también Enteros. El poema es un Entero, la sílaba es un Entero y todo Entero es igual a otro Entero. [Repetimos] Todo Entero es igual a otro Entero porque los Enteros de los que se forma un Entero son los mismos Enteros que forman cualquier otro Entero. Por esto no existen las parejas sino los Enteros. ni los cuartos de mitad de nada, sino los Enteros. Existen entonces dos tipos de amor: Amor entre Enteros y amor entre Mitades. Los segundos de mayor índole son aquellos que surgen por una necesidad metafísica. Los primeros son caprichos de entes ya enteros. Yo soy un ente Entero. Tú eres un ente Entero. [Resultado] La mezcla de Enteros es incompatible ergo no existe la mezcla ni tampoco los Enteros. Juanjo Aguilar.
Mick- Oh Dios mío, mira eso, el tío tiene un White Castle en su patio.
Frank- ¡Ah, mira eso! Es increíble.
Mick- Salido de la nada vimos un White Castle ¡Un White Castle!.
Frank- Fuera, en su granja, en mitad de ninguna parte.
[…]
Mick- Era el edificio de una hamburguesería. Toparte con eso en mitad de la granja de alguien. Yo estoy como: “¿Estoy viendo cosas?”.
Frank- Podemos ver un montón de edificios, una pequeña herrería…o sea, obviamente aquí estaba pasando algo ¿Sabes?
Mick- Era más como un museo.
Frank- Algo así sí, como un museo pero… nosotros encontramos y vemos muchas cosas en sitios así.
[…]
Mick- ¿Qué hace uno para adquirir un edificio White Castle? ¿Cómo consigues cosas así?
Propietario- White Castle comenzó a hacer ofertas de venta en el periódico, así que llamé a White Castle y ellos lo trasladaron el domingo de madrugada, a las cuatro en punto de la madrugada, y dejaron esta cosa aquí.
Mick- La White Castle tiene que estar para mí en lo más alto del top de cosas insólitas que alguien tiene en su patio.
[…]
Propietario- El resto de edificios los trasladamos nosotros mismos. Trasladamos la herrería primero y la iglesia, también la tienda.
Mick- Este tío tenía una herrería, tenía una estación de tren, tenía una iglesia, tenía una gasolinera y una tienda […]Él solía comprar allí en los 40’ era como un recuerdo de su infancia y ahora le pertenecía.
Ahora he iniciado un nuevo proyecto que al final hará que todo esto parezca un juego de niños. –El hombre calló un momento, acercó una cerilla al cigarro apagado y luego dio varias caladas hasta que su cara estuvo envuelta en humo–. El año pasado Willie y yo hicimos un viaje a Inglaterra e Irlanda. No hemos viajado mucho, lamento decirlo, y esa breve visión de la vida en el extranjero nos proporcionó un enorme placer. Lo mejor fue descubrir cuántas cosas antiguas hay en esa parte del mundo. Nosotros los norteamericanos estamos siempre demoliendo lo que construimos, destruyendo el pasado para empezar de nuevo, precipitándonos de cabeza hacia el futuro. Pero nuestros primos del otro lado del charco le tienen más cariño a su historia, les consuela saber que pertenecen a una tradición, a antiquísimos hábitos y costumbres. No les aburriré extendiéndome sobre mi amor al pasado. No tienen más que mirar a su alrededor para saber cuánto significa para mí. Mientras estaba allí con Willie, visitando los lugares y los monumentos antiguos, se me ocurrió que tenía la oportunidad de hacer algo en grande. Estábamos en el oeste de Irlanda y un día, cuando íbamos en coche por la campiña, vimos un castillo del siglo XV. No era más que un montón de piedras, en realidad, que se alzaba abandonado en un pequeño valle, con un aspecto tan triste y desamparado que mi corazón se prendó de él. Para abreviar una larga historia, decidí comprarlo y traérmelo a Estados Unidos. Eso llevó algún tiempo, naturalmente. El dueño era un vejete de nombre Muldoon, Lord Patrick Muldoon, y, como es natural, se resistía a vender. Fue necesaria cierta persuasión por mi parte, pero el dinero manda, como se suele decir, y al final conseguí lo que quería. Las piedras del castillo fueron cargadas en camiones y transportadas hasta un barco en Cork. Luego cruzaron el océano, las cargaron otra vez en camiones y nos las trajeron a nuestra finquita en los bosques de Pennsylvania. Fantástico, ¿no? La operación costó un buen puñado de billetes, se lo aseguro, pero ¿qué se podía esperar? Había más de diez mil piedras y ya pueden imaginarse lo que pesaba esa clase de carga. Pero ¿por qué preocuparse cuando el dinero no es un obstáculo? El castillo llegó hace menos de un mes, y mientras estamos aquí hablando, está en esta finca, en un prado en el extremo norte de nuestras tierras. Imagínense, caballeros. Un castillo irlandés del siglo XV derruido por Oliver Cromwell. Una ruina histórica del mayor interés, y es propiedad de Willie y mía.
–No estarán pensando en reconstruirlo, ¿verdad? –preguntó Nashe.
Por alguna razón, la idea le parecía grotesca. En lugar de imaginarse el castillo, veía la encorvada figura del viejo Lord Muldoon, rindiéndose con fatiga al trabuco de la fortuna de Flower.
–Willie y yo lo pensamos –contestó Flower–, pero finalmente desechamos la idea por ser poco práctica. Faltan demasiadas piezas.
–Una mezcolanza –dijo Stone–. Para reconstruirlo tendríamos que mezclar nuevos materiales con los viejos. Y eso seria un contrasentido.
–Así que tienen diez mil piedras puestas en un prado –dijo Nashe– y no saben qué hacer con ellas.
–Ya no es así –respondió Flower–. Sabemos exactamente lo que vamos a hacer con ellas. ¿Verdad, Willie?
–Desde luego –afirmó Stone, sonriendo repentinamente con alegría–. Vamos a construir un muro.
–Un monumento, para ser más precisos –dijo Flower–. Un monumento en forma de muro.
–Qué fascinante –comentó Pozzi, su voz rezumando untuoso desprecio–. Me muero de ganas de verlo.
-La Música del Azar. Paul Auster. 1990.
-Presa de Asuán.
Una de las grandes aventuras arqueológicas del S.XX que supuso un modelo de intervención que se repetiría en ocasiones posteriores. Todo comienza con una decisión del gobierno egipcio presidido por el presidente Nasser en el año 56 que consiste en construir la gran presa de Asuán, una de las más asombrosas obras de ingeniería de la última centuria.
Dicha presa contiene un enorme lago con una extensión de unos 500 km. de longitud y con una media de anchura que oscila entre los 15 y 30 km. A la hora de plantear el proyecto el gobierno egipcio se impone como prioridad salvar los yacimientos arqueológicos que se perderían irremediablemente por la acción de las aguas del Nilo. Pero el gobierno egipcio no tenía dinero suficiente para llevar a cabo tal proyecto. La Unesco pidió colaboración a la hora de salvar los monumentos y posibles restos arqueológicos que de otra forma acabarían sepultados por las crecidas y desbordamientos del ya mencionado río.
La operación tuvo que venir acompañada de una serie de recompensas ya que el gobierno egipcio no era tan inocente como para pensar que el resto de países colaborarían por amor al arte (nunca mejor dicho), prometió entonces otorgar una parte (hasta el 50%) de los hallazgos que se descubrieran en esta intervención a los países que apoyaran la iniciativa.
Con las nuevas tecnologías desmontaron pieza a pieza algunos templos, auténticos colosos escultóricos, utilizando enormes grúas y gigantescas abrazaderas metálicas que fueron transportando fragmento a fragmento estas construcciones hasta un lugar cercano (En un ámbito geográfico lo más cercano posible). El traslado más popular (incluso La BBC se personó allí) fue el de los templos rupestres de El gran y El pequeño Speos de Abu Simbel. Consagrados por el gran faraón Ranmsés II.
El rescate de los templos que se encontraban en la isla de Filé sucedió prácticamente a la par que esta última intervención. Sus construcciones también estaban a pique de ser tragadas por las aguas que la rodeaban. Los templetes ya no permitían ni tan siquiera la visita turística. Se realiza entonces una operación similar donde, pieza a pieza, se van desmontando los elementos arquitectónicos y se reconstruyen, paso a paso, en un islote cercano (no en un promontorio artificial), la isla ya existía pero alcanzaba cotas mayores de elevación.
Allí se encuentran el Templo de Isis y el Templete de Trajano. Aunque ya no descansan en la isla original este nuevo enclave sigue conociéndose hoy día como "Isla de Filé". Los edificios se pudieron reconstruir con la misma disposición y distancia que en la isla original.
-Isla de Filé. Esquema de disposición de los edificios.