Frase de la semana

"Para que nada nos separe, que no nos una nada."

Pablo Neruda.

martes, 26 de febrero de 2013

Stop Motion: Queroseno.



Tristezas reveladas en el combustible de un Avión de pasajeros; 
antítesis en las moléculas del queroseno.

Juanjo Aguilar.

viernes, 22 de febrero de 2013

Stop Motion: Referencias.

"Little Black Submarines rock this town like a rolling stone when the tigers broke free soon, my friend."



Juanjo Aguilar

Cesura: El rayo que no cesa.

      1

    Un carnívoro cuchillo
    de ala dulce y homicida
    sostiene un vuelo y un brillo
    alrededor de mi vida.

    Rayo de metal crispado
    fulgentemente caído,
    picotea mi costado
    y hace en él un triste nido.

    Mi sien, florido balcón
    de mis edades tempranas,
    negra está, y mi corazón,
    y mi corazón con canas.

    Tal es la mala virtud
    del rayo que me rodea,
    que voy a mi juventud
    como la luna a mi aldea.

    Recojo con las pestañas
    sal del alma y sal del ojo
    y flores de telarañas
    de mis tristezas recojo.

    ¿A dónde iré que no vaya
    mi perdición a buscar?
    Tu destino es de la playa
    y mi vocación del mar.

    Descansar de esta labor
    de huracán, amor o infierno
    no es posible, y el dolor
    me hará a mi pesar eterno.

    Pero al fin podré vencerte,
    ave y rayo secular,
    corazón, que de la muerte
    nadie ha de hacerme dudar.

    Sigue, pues, sigue cuchillo,
    volando, hiriendo. Algún día
    se pondrá el tiempo amarillo
    sobre mi fotografía.



    Miguel Hernández. El Rayo Que No Cesa. 

    Hay poesía en lo violento. 
    De lo violento se extraen sentimientos locos, parsimoniosos, lentos... 
    La vida como Esperpento, como hálito de unos pocos, como cimientos de otros tantos.
    El amor como sacudida insumisa, como libertad compartida. 
    El amor como punto de partida.
    El rayo que no cesa, que retorna, que se torna caramelo,
    que retoma los senderos de unos ojos sin velos.
    El rayo como sentimiento puro, hiriente;
    La vida como rayo, como amores diligentes.
    De lo violento se extraen noches de momentos infinitamente complejos...
    Hay poesía en lo violento.


    Juanjo Aguilar.

domingo, 17 de febrero de 2013

Mi Cuaderno Negro: Porque me da la gana.



Hoy, porque me da la gana, voy a escribir sin pasiones, sin rabias, sin tensiones, ni atenciones, ni rimas asonantes, ni consonantes, disonando totalmente palabras, convirtiéndolas en palomas pestilentes, en palomas de plumaje gris, blanco y ocre, asquerosas palabras que no suenan ya cerca de mi oído. Hoy,porque me da la gana, olvidaré aquello que siempre quise olvidar y no pude y lo que no quise olvidar también lo dejaré a un lado porque es hora de escribir sin cita previa, sin tomar tickets y sin mirar atrás.

Juanjo Aguilar.

viernes, 15 de febrero de 2013

Mi Neurona Paranoide: La gente y el Indi-viduo.

Están hastiados los "hasta siempre" de Indi-viduos que no creen en ellos. Hoy es moda obviar los "jamases" y vintage decirlos.

La Gente, ese ente sin sentido, es una corriente nuclear; El Indi-viduo propone, el resto de la masa lo sigue. Es la metáfora perfecta de la sociedad Zombie, uno solo de ellos es inofensivo, se puede abusar de su buena voluntad de Zombie, probablemente harían incluso un Reality Show sobre el pobre diablo. Doscientos Zombies ya es una catástrofe.

La Gente hoy desprecia los conceptos desfasados, se adapta al modo de vida supuestamente "contemporáneo" donde lo duradero no tiene cabida. Ya nadie cree en Dios en su totalidad (Yo tampoco) y tal y cómo veo el panorama pronto habrá hipsters y anti-mainstreams que con tal de llevar la contraria a ultranza a La Gente comenzarán a creer fervientemente en Dios. Se "manufacturarán" entonces nuevos vástagos de Dios, corderos post-post-modernos, los mismos que más tarde (con mucha probabilidad) se proclamarán ateos.

La Gente ha perdido un norte que nunca existió. Cada Indi-viduo desea formar parte de un subgrupo de la sociedad en lugar de querer pertenecer a la sociedad "en sí".

La Gente utiliza ahora palabras tan vomitivas como las que he ido utilizando durante todo el discurso, palabras que significan cosas muy específicas. La sociedad del meme, de la referencia concretísima, del humor para unos pocos; Internet hoy es imprescindible para conocer según que Indi-viduo e incluso para conocer a La Gente.

La Gente ya no cree en el amor, lo tachan de inapropiado. Pronto censurarán el amor en internet (No hablo de la Televisión porque es un elemento tan desfasado como la radio, cada vez menos la oyen pero siempre hay quien la disfruta) y permitirán el sexo explícito en Youtube. Se olvidarán los besos, se deshilacharán los abrazos (largos cómo películas independientes japonesas), se despreciarán las miradas con significado y se dará paso al "follar hoy y mañana ya veré" tan característico  de la actualidad. Y a mí me parece un modo de vida factible, pero que no me vengan Indi-viduos con el argumento de: "Yo soy libre, por eso actúo así". Utilizan la libertad cómo excusa, una excusa para la conciencia. La libertad es un concepto demasiado grande como para utilizarlo tan a la ligera, si Miguel Hernández levantara la cabeza...

Excusas. Vivir el presente no consiste en meterte "caballo" hasta que te duela el culo de cagar cristales, vivir el presente consiste en disfrutar de todo lo que se pueda, de las pequeñas cosas. Tú libertad acaba dónde empieza la del otro, por eso no existirá libertad hasta que quede El último hombre...vivo.

La Gente siempre me dice: "nunca digas nunca", "nunca digas`jamás´". La Gente cree conocerme a mi, al Indi-viduo. Yo (otro Indi-viduo más) creo conocer a La Gente, lo cual es un error. Este texto completo es un error, mi error. Aun así, y con todo, vuelvo a decirlo: lo crea La Gente o no, mis "hasta siempre" (aunque suene a concepto muy de otro siglo) sí son cesuras infinitas.

Mis "hasta otra", "hasta mañana" y mis "Te quiero" también.

Hasta otra.

Juanjo Aguilar

sábado, 9 de febrero de 2013

Mi Cuaderno Negro: Zapatillas desgastadas.


Anduvo mucho tiempo el Chico tras su sombra, no era suya (La Sombra) pero sabía que de algún modo le pertenecía y él le pertenecía a ella (A la Sombra). 

En su camino muchos dijeron que estaba loco, que era absurdo perseguir algo tan intangible, tan evocador y tan impredecible como una sombra pero el siguió caminando. El Joven anduvo durante años, fueron muchos los que pasó en senderos plagados de olivos y chumberas. Estaba cansado pero no desanimado, sabía que algún día la alcanzaría, pero la Sombra noche tras noche desaparecía...No había allí luna que pudiera guiar al pobre enamorado de la Sombra (aquella que le pertenecía y a la que él pertenecía sin lugar a deudas).

De día la Sombra crecía, se hacía más esbelta y alargada, a veces decrecía; era muy inestable emocionalmente su Sombra (A la que perseguía). Con el tiempo los paisajes fueron tornándose más fríos. Las Zapatillas del Joven se fueron desgastando poco a poco y, deshilachadas, continuaban el camino acompañando al pobre iluso. El Joven era iluso porque aun tenía ilusión.

Y el Joven se hizo adulto pero su Alma de Niño seguía insistiendo: "La sombra no está tan lejos, solo si la buscas podrá encontrarte". - Decía.

Las Zapatillas cansadas, Ya sin goma, Yacían ahora en un Badén hecho nicho. Lloró el Hombre, no podía continuar su camino, los pies le sangraban...quizá era aquel su destino. Quizá también dio un paso más, o fueron dos (Nadie lo sabe con seguridad) y pronto una mano se posó en su hombro (El del Hombre) y este miró a los ojos de quién se encontraba tras él . Era ella, su sombra, la que no era suya pero sabía que de algún modo le pertenecía y él le pertenecía a ella (A la sombra).

El hombre siguió llorando ahora feliz.

Juanjo Aguilar

miércoles, 6 de febrero de 2013

Cesura: R. Mutt.


Y no la sueltes
abrázala más fuerte cuando se aleje.
Tampoco la asfixies,
tenla cerca, bien cerca,
pero no tanto que se intoxique;
así no te daña cuando te toca.

Tenla volando al lado tuyo,
déjala ser pájaro o globo,
déjala amar y odiar cuando lo quiera
y déjala olvidar...(Aunque sea lo más difícil)
Déjala obviar las rabias y las lágrimas pesadas,
no te sofoques creyéndote abandonado,
espérala.

Espera que vuelva sola, (Si vuelve)
que entienda que no se viaja 
bien sin estar acompañada,
pero no la sueltes, no lo hagas
aunque no merezca nada.

Juanjo Aguilar

lunes, 4 de febrero de 2013

Stop Motion: Fuerteventura.



Esta inafortunada isla de Fuerteventura, donde entre la apacible calma del cielo y del mar escribimos este comentario a la vida que pasa y a la que se queda, mide en lo más largo, de punta norte a punta sur, cien kilómetros, y en lo más ancho, veinticinco. En su extremo suroeste forma una península casi deshabitada, por donde vagan, entre soledades desnudas y desnudeces solitarias de la mísera tierra, algunos pastores. A esta península se la conoce por el nombre de Jandía o de la Pared. La pared, o mejor, muralla, que dio nombre a la península de Jandía, y de la que aún se conservan trechos, fue una muralla construida por los guanches para separar los dos reinos en los que la isla Majorata, la de los majoreros, o sea Fuerteventura, estaba dividida, y para impedir las incursiones de uno en otro reino. Y he aquí cómo este pedazo de África sahárica, lanzado en el Atlántico, se permitía tener una península y una muralla como la de China, en cuanto al sentido histórico.
Miguel de Unamuno.

Juanjo Aguilar

viernes, 1 de febrero de 2013

Mi Cuaderno Negro: Disfraces.

Disfraces, sombras que revisten un ser; maquillajes. Pintas al óleo tu cuerpo invirtiendo un tiempo precioso que se debería aprovechar en ser feliz. Sonríes, disfrazas tú boca en una mueca muy loca, muy fuerte (Noguishe), te enciendes; Me pongo furioso.

No quiero esconder más mi cara de circunstancia. En cierta forma es tan hermosa como lo es la sonrisa. En cierta forma cada cara esconde una brisa temprana; una trama rara. 

Un sujeto se para en seco en la calle y le propina a otro una pedrada.

Violencia. Ultraviolencia. Cuerpos macilentos que se escapan.

-¿Tienes algo que decirme? hazlo porque es la última vez.
-Lo siento.

Y ahí siguen los gorriones en seco frente a mi mirada. En los cables de la luz de la madrugada. Disfraces, sombras que disparan; felicidad desenfrenada.

Juanjo Aguilar