Stop Motion: Créditos.

Cuando algo se acaba siempre se buscan culpables o artífices.

Cuando aquello terminó yo no lo hice, me limité a sentir y a preguntarme. No hay culpables o artífices en según que cosas, solo créditos. Créditos en naranja sobre un fondo negro proyectados sobre otro fondo más negro aún si cabe.

Aquellos créditos fueron aburridos pero dolorosos como una muerte por asfixia. Aquellos créditos fueron la muerte por asfixia que necesitaba.

Cuando algo se acaba muchos abandonan la sala sin ver los créditos (esos de letra naranja sobre fondo negro).

Cuando aquello terminó yo me quedé solo en aquella sala de conciertos convertida en cine y ví pasar de abajo a arriba aquellos créditos finales, los estertores roncos en forma de letras de una relación que sentí mía pero que nunca fue de nadie.

Aquellos créditos no fueron los primeros que vi (solo  en aquella sala de conciertos convertida en cine) ni serán los últimos que vea. 
Lo que más me dolió de aquel film indi fueron las escenas post-créditos, tú SMS pretencioso y mi respuesta sin sentimiento.
Lo que más me alivia es saber que tras esas últimas escenas no hay más proyecciones de letra naranja sobre fondo negro.

Juanjo Aguilar.


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