Después de un duro día de estudios
me apetece beber tu zumo de moras,
morder lo poco que he dejado
de tus labios.
Sentarme y que te sientes
Sentirme y que me sientas
y viceversa.
Yo no se versar sobre poesía
o música o pintura o arquitectura,
yo puedo versar sobre volar
y hacerte volar es mi oficio,
el cual no pedí, vino dado.
En algún momento se acabará
tu zumo de mora y lo poco que queda
de tus labios.
Entonces volveré a estar en paro
y buscaré otros zumos
y otros asientos
y otros senos
y otros labios.
Juanjo Aguilar.
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