llovizna de cristales en mi garganta
como tantas otras veces.
Mereces los honores de una santa,
una atea,
mereces los halagos de un poeta
y no de un loco.
(Lo siento)
Si me dices ven
Lo dejo todo
(O casi todo)
Pero dime ven
y yo lo intento,
quizá encontremos algún modo
(No se cuál)
Para hacer que transcurra el tiempo
y nos deseemos más de la mitad
de lo que en realidad merecemos
y después de algunos años
(Días quizá)
Nos encontraremos en algún local
de Trento
y me dirás:
-"Siempre vuelves"
Y yo te daré mi aliento
Y tú me darás el tuyo.
Juanjo Aguilar.
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