Frase de la semana

"Para que nada nos separe, que no nos una nada."

Pablo Neruda.

lunes, 31 de diciembre de 2012

...Y debe ser contada en otra ocasión: Los seres que solo contaban hasta dos.


Tú:
cuantas más mejor
hay seres
más allá de fantasía
que solo pueden contar hasta dos
cuentan uno para algo individual
y dos para todo lo demás
por eso entre ellos hay tanta confusión

Tú:
-¿Cuantas manzanas quieres?
-Dos.
. . .
-Te he dicho que dos!
. . .

Tú:
-¿Acaso estas sordo? Dos! D - O - S

Tú:
y así se pasan las horas los pobres

Blanca:
pobres

Blanca:
y no hay mitades?

Tú:
la mitad de dos es dos

Tú:
y la mitad de 1 es dos

Tú:
pero muchos se han puesto enfermos al plantearse que sucede cuando la mitad de uno
da dos

Blanca:
y qué sucede

Tú:
nosotros sabemos que la mitad de uno es 0.5
pero en su mundo es 2

Blanca:
claro

Blanca:
son como niños
que bien

Tú:
si que lo son
cuentan sus leyendas
que uno de esos entrañables seres
tiempo a
llegó a contar hasta tres

Tú:
basándose precisamente en el concepto de mitad

Blanca:
y como hizo aquello

Tú:
1 -> se parte la mitad da 2
y todo lo demás es 3
conocía el concepto mitades
y entendía las mitades como dos

Blanca:
eso no lo he entendido

Tú:
el comprendía el concepto unidad
y el concepto mitad

Tú:
cuando partes una manzana por la mitad
tienes dos mitades

Blanca:
tienes dos

Tú:
perfectas

Tú:
esa es la perfección que entendía su cerebro
y que asoció al 2
aun así

Tú:
a todo lo demás más allá de eso
lo llamaba 3
si cortaba la manzana en tres piezas eran tres piezas
si la cortaba en cuatro
eran tres piezas de manzana

Blanca:
eran trs

Tú:
y así

Blanca:
vale

Blanca:
y que consiguió así?

Tú:
lo mataron 3 moscas

Tú:
o al menos eso gritaba

Tú:
¡Socorro, tres moscas asesinas TRES T - R - E -S!
nadie entendió al pobre...
nadie conocía el concepto tres

Tú:
en realidad eran millares de moscas de las profundidades

Tú:
Una triste historia...

Blanca:
vaya

Tú:
Algún día te contaré la historia de cómo esos seres acabarían sellando la cueva de las
profundidades desde dónde se precipitaban las moscas.
Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

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