Lo común en estos casos
es apartarse de las miradas
inquietas, de los profetas,
de los temores ocultos,
de las mentiras piadosas
y las verdades perversas.
Lo común en estos casos
es no volar la cometa,
no hacer solos de corneta
y permanecer ansioso
por un año que no empieza,
por una sonrisa inquieta.
Lo común en estos casos
es el llamo y no contesta,
soñar con sábanas blancas
manchadas con sangre negra,
es tirar por el balcón mis miedos,
es sentir...la soledad de cerca.
Juan José Aguilar Orellana
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