Torpe
como mis ojos,
vago y torpe
como el carbón,
torpe
como una hoja,
triste y torpe
como un amor,
torpe
como una vida,
corta y torpe
como un bemol,
torpe
como el destino
que de tí
me separó.
Torpe como los mares de centeno
donde se desplaza el veneno
que desprende tu corazón.
Torpe, al fin y al cabo torpe,
torpe como un adiós.
Juan José Aguilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario