En mi haber tan solo un eBook bq cervantes 2, un mp3 y un abrigo todos ellos color negro. Llamo al ascensor con un sensual roce de mi dedo índice. Espero. Abro la puerta y me aventuro dentro.
"¿Qué es lo que tienen los ascensores?" Resuena en mí cabeza. Cavilo. Es el miedo a la muerte, el saber que tu cuerpo desciende desde un octavo. Es la desconfianza en el ser humano, el saber que el mecanismo lo ha dispuesto alguien tan débil como tú. Me alivia observar el rojo 0 en la pantalla digital...¿O quizá no sea rojo?
Abro la puerta del relativamente nuevo bloque de pisos y salgo al exterior frío, acurruco mi garganta como buenamente puedo en mi bufanda. Respiro. Dejo vagar mi mente al son de "The Roller Coaster Ride" de Belle and Sebastian. Mis labios se retuercen divertidos imaginando una sonrisa y me aventuro por la avenida República Argentina.
Pienso en la idea de unas escaleras que bajan (otras escaleras). Pienso en Flor. Pienso en la idea de los dos espejos paralelos e infinitamente extensos que se miran y en cuyo punto medio un observador invisible trata de identificar qué ve. Pienso en ti, en tus labios y en los dos puntos negros que descansan en tus iris; En tú cuello. Pienso en desnudar tu mente.
Pienso en el silencio de los átomos de mis paredes, en el tic-tac que no sonaba (O que quizá no quería oír). Pienso en abrir la puerta de madera blanca con cobrizos remaches, en cruzar una a una las habitaciones que preceden la salida...pero ya estoy fuera.
Juanjo Aguilar
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